martes, 22 de septiembre de 2015

EL PODER DEL BALONCESTO DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA

Es una historia breve pero a mí me emociona y creo que os la debo contar para que os deis cuenta de lo que habéis logrado. Seguro que como esta hay muchas historias anónimas entre los más de 8.100.000 espectadores que os seguimos durante todo el torneo.

Mi madre desde hace tiempo tiene problemas de vista y ve muy poquito. Para ver la televisión lo justo se tiene que sentar pegada a ella. No es una aficionada pero en las semis ante Francia al escucharnos gritar dejo de ver lo que estaba viendo y se paso a Cuatro para ver el final del cuarto cuarto y la proroga. En la final tomo sitio la primera con su silla que tiene siempre preparada al lado de la televisión grande para los partidos del Real Madrid. Empezó a animar, a alegrarse, a vivirlo más intenso que nosotros vuestras canastas, vuestros rebote, vuestros tapones y a preguntar si había sido canasta cuando por el tema de la vista no podía saberlo. Le silvaba a los franceses, protestaba las personales y poco a poco parecía una hincha de toda la vida. Conseguisteis una nueva aficionada que se alegro igual o más que nosotros por vuestra victoria. 

Creo que ya las palabras sobran porque esta es una prueba de la fusión que se ha producido entre un tremendo grupo humano de grandes deportistas y nosotros vuestra afición.