Yo soy una persona excluida socialmente al que mucha gente ha tratado como un apestado que estuve cerca de morir por no tener la cabeza bien por el daño que se me había hecho. Tengo que vivir muchos días con el miedo a que suicidarme o dejarme morir sean las únicas formas de acabar con mi sufrimiento.
Mi caso no es único porque durante mi voluntariado en Cruz Roja escuché historias terribles de las que te hielan el corazón y te hacen perder la fe en la sociedad.
Lo más triste es que ayudar es muy fácil si uno quiere. Como demuestra la Fundación teaming, teaming.net, si todos aportamos un poco es suficiente.
Llevo mucho tiempo intentando despertar conciencias pero es una tarea muy difícil porque en demasiada gente priman otros intereses. Ojalá y este artículo sirva para algo.
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